sábado, 10 de agosto de 2002

Última Estación: Hendaia

Furïs: He llegado a las 6:17 de la mañana a Hendaia y he tenido que esperar 45 minutos al topo. Mientras esperaba he tenido que ejercer mi nueva faceta de guía debido a mi gran experiencia después del Interrail. Los franceses no sabían sacar los billetes porque ponía Amara en vez de Donosita (he tenido que ayudar a 3 parejas), y a dos de esas parejas las he tenido que guiar en Donosti. A uno les he situado y mostrado el camino a la estación de autobuses y a los otros les he acompañado a la concha para mostrarles el ayuntamiento y la oficina de turismo.

Como ya les había mencionado a mis compañeros de viaje, el último reto era subir a casa andando, cosa que ha resultado ser bastante fácil después de un mes caminado por Europa. Inclusive he subida los tres pisos de escaleras que hay hasta mi casa.

Al fin en casa, no se si afortunadamente o desgraciadamente, la cosa es que estoy de nuevo en Donosti. Todo lo bueno se acaba y eso no tiene que ser malo pues es el comienzo de otras aventuras. Lo mejor no es el viaje sino los recuerdos de él…

viernes, 9 de agosto de 2002

El Arca de Noe

Furïs: La noche fue larga debido al número de veces que me desperté. Me fui a la cama a eso de las 19:00, me despertó una llamada de mi madre. Después de esa llamada, me costó mucho volver a conciliar el sueño. La siguiente vez, fue una llamada de Barrus a la 1:30 de la mañana (pensaba que estaba en Donosti). Al rato, aparecieron mis dos compañeros de habitación que habían salido de farra. Eran dos negros, los cuales estuvieron hablando durante 30 minutos como si yo no estuviera, y además encendieron la luz un par de veces. Y ya para terminar, el típico mosquito hijo de puta que no paró de zumbir al lado de mi oreja. Ese bicho me despertó un par de veces. Casi la mato pero el mamón consiguió sobrevivir. A pesar de todo esto, he dormido bastante bien y no me he levantado cansado.

Después de un aceptable desayuno, he cogido la mochila con la intención de recorrer todo lo importante de Bruselas. Lo primero que he hecho ha sido ir a la estación de trenes para informarme. He salido por otra puerta y me he perdido durante un buen rato. Una vez me he situado, ha empezado la visita a la capital belga.

Destacar como edificios interesantes el palacio de justicia (en obras), la plaza Royale, el parque del centenario, el parlamento europeo (visita obligada), la catedral y la Grand-place (en donde hay una hermosa plaza).

Después de haber recorrido unos 15 kilómetros a un buen ritmo, he regresado al hostal, en donde me he pegado una buena ducha (para intentar ir “limpio” a casa y también me he afeitado dejándome la perilla.

En el tren a Paris me ha pasado una cosa curiosa. El tren era uno normal con asientos, pero mi asiento justo estaba en un espacio cerrado. Me explico: mi “vagón” era un lugar con 8 asientos, (4-4 con una mesa en medio). A ambos lados había una puerta de cristal que se abría y cerraba automáticamente. Desde ahí, se podía ver los asientos normales en ambos sentidos. Lo curioso de este “compartimento” es que había una gran diversidad racial. Un negro, una pareja de maricones, una familia india con dos hijos, uno de ellos hiperactivo (nos ha dado el viaje) y por supuesto yo, el blanco. Parecía el Arca de Noe pero de humanos.

jueves, 8 de agosto de 2002

Vosotros a Donosti y yo a Luxemburgo

Furïs: Amanecí en Luxemburgo después de pasar la noche en el tren. Dormí bastante bien pero los “Peio” me despertaron en varias ocasiones para pedirme el billete y el pasaporte (creo que ha sido la única vez que me lo han pedido). Fui a la oficina de Turismo para que me dijesen que había que ver en esa ciudad.

Me recomendaron un recorrido de unos 4 Km. y que tardaría unas 3 horas. Así que, sin más dilación comencé la caminata. Lo más curioso de esta ciudad es que hay dos niveles; la parte superior es donde esta todo el mundo (la ciudad) y en la parte inferior hay un inmenso parque. También hay que decir uno de los mejores miradores de Europa según la UNESCO.

Hacia las 12:00 terminé la caminata y fui a la estación para irme a Bruselas. Llegue a Bruselas hacia las 16:00 y con el objetivo de buscar un hostal para dos noches y el horario de tren de vuelta a casa. El único problema que tuve es que los hostales estaban petados por lo que me tuve que ir a uno en las afueras del centro (el hostal estaba en un barrio árabe).



Pujol: Despedido Uría, dos horas después de la fuga del elemento febril del viaje, subimos al último tren del rule de estraperlo. Con alegría la verdad porque personalmente, y se que los demás también, tenía muchas ganas de volver a mi casa.

En el tren cogimos el más bello sitio que podíamos coger. Unos en los cuales los tres individuos restantes podíamos estirar las piernas hasta límites insospechados. Problema, porque en el viaje todo ha sido una de cal y una de arena, hacia frío de pelotas. Yo dormí con pantalón largo, calcetines, jersey y…saco de dormir. Los demás parecido. Estos galos son poco frescos.

Los kilómetros a la frontera descendían y nuestra sonrisa crecía. Choques de manos en la frontera y gritos y cánticos en la llegada a Irún. Aquí sí que nos podíamos entender con la gente!! En Irún ayudamos a un italiano a llegar a Sanse.

Nuestro requeteúltimo viaje en tren fue corto y solo hablamos de comer. Como hemos echado de menos la comida. Erik se despidió en las cercanías de su casa. Adiós Erik! Ya se empieza a ver el final. Llegamos Dave y yo a la estación de SS. Javi estaba allí. Principio y fin del viaje. Luego vinieron Miguel, Jorge y Ollo. Gracias por la bienvenida.

Y luego a casita, con ganas de llegar y con ganas de volver. Como todo en la vida existen elecciones. Nosotros elegimos vivir, vivir bien aunque mal, cal y arena, todo. Gracias a los tres por compartir estos días conmigo. Cal y arena otra vez.

miércoles, 7 de agosto de 2002

La expedición se separa en Niza



Furïs: Nos despertamos en un vagón vacío, la poca gente que durmió en el vagón con nosotros ya se habían marchado. Nos levantamos hacía las 9:00 (creo que fue el único día que no pusimos despertador, pues queríamos dormir mucho).

Fuimos directamente a la playa, lugar en donde solo había piedras, y eran de tamaño considerable. Pero no nos importó pues habíamos dormido y tirado nuestros esbeltos cuerpos en peores sitios. Estuvimos en la playa toda la mañana dándonos continuos baños. Como nos parecía que irnos a las 22:00 era muy tarde nos fuimos a la estación a ver si había otro antes. No lo había.

A mi no me apetecía ir a casa sin haber agotado todos los días, así que mire a ver que podía hacer, y como vi que me coincidían bien los trenes, pues decidí no regresar todavía a casa y alargar un par de días el Interrail. Mis compañeros de fatigas se quedaron muy sorprendidos cuando les dije que no regresaba con ellos.

A la tarde se nubló por lo que decidimos dar una vuelta por Niza. Después de ese paseo, fuimos a la estación en donde me despedí al rato de mis compadres. Ellos tenían que esperar dos horas más. Espero que tengáis un buen viaje de regreso…¡¡¡Nos vemos en Donosti!!!

martes, 6 de agosto de 2002

Mama, ¿Por qué lleva esa vieja tanga? ...Bua, Bua...!!!









Dave: Llegamos a San Remo a las 8:00 de la mañana y nos recibieron con una buenísima noticia: en aquella lujosa estación no tenían un sitio para dejar las maletas, así que nos dirigimos a la playa con todos los bártulos. No es que pareciésemos domingueros, es que los domingueros se parecían a nosotros! Nos ubicamos en un trocito de playa que encontramos en el que no había que pagar y en la que cuando andabas parecía que hubiese un incendio forestal del polvo que se levantaba. Allí estuvimos todo el día dorando nuestras bellas pieles. Hasta que el día se nublo.

Cabe destacar la casi nula presencia de gente entre 5 y 100 años, en la playa había una cantidad ingente de personas mayores, destacando el modelo “abuelo con fardapack” y “anciana con tanga en Topless”. A su vez nos amenizaban el día playero con berridos de crios que casualmente siempre estaban junto a nosotros. Por “desgracia” abandonamos este amable y bello paraje y, tras unas horas de espera en la estación, continuamos el viaje.


Pujol: Nos esperaba un largo viaje a Port Bou y nuestra intención era dormir todo el viaje hacia allí. Con este objetivo en vez del habitual compartimento cogimos dos de ellos. Nos preparamos para dormir y… sorpresa!! Un revisor nos avisó que el tren paraba en Ventemiglia como última parada. Luego un bus nos llevaría al destino elegido.

Ante la perspectiva de tener un largísimo viaje en bus, cambiamos de opinión. En vez de ir a Port Bou (que luego resultó ser un pueblo catalán), iríamos a Niza. Y de esta forma cogimos el bus hacia esta gran ciudad costera francesa. En el viaje “vimos” uno de los mitos del viaje, Ventemiglia. Digo “vimos” porque yo iba sin lentillas.

Cuando llegamos nos introducimos en la estación de forma sigilosa y comenzamos a dormir. Un policía a los pocos minutos de tumbarnos, vino y nos quiso echar de la estación. Después de compartir unas palabras con el poli y otro con un chucho enorme, terminamos durmiendo en un vagón parado. Buenas noches país de nunca jamás!

Boti: A la una de la mañana nos tumbamos en el siempre acogedor parqué de la estación de Niza hasta que un policía interrumpió lo que prometía ser un bonito sueño! Nos echaban a la calle pero tras mediar unas palabras se brindaron a ofrecernos cobijo en un tren parado en las vías, personalmente dormí, que daba gusto verme, es más, posiblemente incorpore un compartimento del tren litera en mi cuarto. Mi cuerpo se está haciendo a superficies duras y rocosas.

lunes, 5 de agosto de 2002

En las últimas…


Dave: Con un cansancio inusitado nos arrastramos por las calles de Florencia “visitando” la bella ciudad. Íbamos como almas en pena pululando por la city de Michelangello. Cogimos después de comer un tren que nos llevó a Pisa. Más arrastrarse por las calles, y en la torre andábamos nosotros más inclinados que la mismísima. Pestuze extremo hasta las 2:00 de la mañana que cogimos el tren hacia la beach de San Remo. La falta de fuerzas me impide continuar el relato.

Pujol: Un punto de pausa y pensamiento merece (no las calles de Florencia que son bellas como ninguna ciudad italiana), la putada que nos quisieron hacer en el verde césped de la estación de tren de Pisa, estábamos jugando a las cartas y de repente, sin previo aviso pusieron el riego. Cabrones!! Tuvimos suerte y no nos mojamos, pero si…

domingo, 4 de agosto de 2002

A cara perro





Boti: Tal y como habíamos previsto, nos levantamos tempranito, a las 7:00 de la matine, para aprovechar el tiempo y evitar en lo posible el sofocante calor, desayunamos no tan copiosamente


y pretendimos dejar nuestras mochilas en algún lugar, ingenuos de nosotros! En recepción había un patán demasiado importante para abrirnos una habitación cerrada hasta las 10:00.

Siguiente punto, alquilar los biciclos; fuimos a unos pies de distancia a alquilarlas y tuvimos que esperar hasta las 9:15 más o menos. Entre pasaporte, recibo, sube el sillín, hínchame la rueda..., lo quieras o no nos dieron las diez y pico. El Dave se había levantado con su particular carácter matutino, a mi me había cabreado el chulo puta italiano ósea que el ambiente estaba calentito.

Del pelotón de verano azul, nos escapamos 4 marcando un ritmo espectacular para hacer un recorrido de Roma en unas horas!
Primera parada, la Fontana di Trevi, donde ya habiamos estado la vispera pero había demasiado personal. Tras el característico lanzamiento de monedas y las fotos de rigor, fuimos hacia el Coliseo con parada en la plaza de Venecia.

Entramos en el Coliseo donde el Puchol nos sorprendió con su faceta de guía. Pelín ardua la estancia allí dentro y sino que se lo pregunten al Furïs que estaba más derretido que el queso que trajimos de casa al tercer día! Del Coliseo al foro, que bonito, era precioso pero joder! Allí no había quien sobreviviese, a pleno sol y en unas ruinas, porque no eran otra cosa más que ruinas arenosas que le hubiesen resecado la boca al mayor baboso!

Empezaron las malas caras y los comentarios impertinentes de la guisa: “Pues que calor tengo!” (como si solo lo estuvieses pasando tú) o “ a que cojones hemos venido aquí!” o “vamos de ruina en ruina” y así no se puede, cada 10 minutos había uno que ponía cara de perro!

Decidimos entonces parar a jalar, que tranquiliza los nervios y anima las caras. Primero en la “piazza Spagna” donde un pellejillo al que habían colocado ahí por no jubilarlo, ejerció de sheriff y nos impidió makinar el banquete ósea que nos fuimos a comer a la plaza de Popolo. Comimos rico y bien pero aun así, seguíamos irritados, reconozco que sobretodo yo!

De ahí al Vaticano, impresionante sinceramente pero las extremas medidas de seguridad: no le dejan entrar a uno con navaja, y el “terrible frio” que hace en el interior imposibilitan la entrada en pantalones cortos, ósea que solo Iosu y David entraron y salieron encantados. A Pujol y a mí nos hubiese gustado entrar pero no había tiempo.

Furïs: Dave y yo sí entramos al Vaticano. El edificio por dentro era impresionante, sobretodo la sensación de altura que te producía. Había detalles de cualquier tipo en cada rincón del lugar. Este sitio me hizo reflexionar porque “barata” no ha sido su construcción, y además, se supone que es lugar de culto a Dios, por lo que, todo esto me dejó una sensación más de farsa que de otra cosa. Es que parecía más un museo que una iglesia, porque había más turistas que en la Estatua de la Libertad, y encima hay bastante animo de lucro.

Esto me recordó a la película de “Indiana Jones y la última cruzada” cuando quieren encontrar la copa de la inmortalidad en la que bebió Jesús en la última cena. El malo de la peli escogió una copa de oro pensando que la grandeza de Dios es igual a “dinero” y el bueno de Indiana escogió la de madera porque Cristo era pobre y no aspiraba a ser rico.

Conclusión: si ese edificio lo hubiera construido el gobierno o un particular me hubiera parecido grandioso pero al ser la Iglesia y por lo que, pretende enseñar. Creo que es un gran despilfarro de dinero por parte de la Iglesia, y que eso se podría invertir en concordancia con su doctrina. Además no creo que nadie se haga cristiano al ver el edificio y si lo hace, no creo que entienda la doctrina de la Iglesia. Porque, sinceramente no se cuál es el objetivo de mostrar este edificio y más en esas condiciones.

Bueno, después de esta txapa y de haber perlado un poquito bastante, no puedo terminar este capítulo sin antes mencionar la odisea del Vaticano. Al principio, intentamos entrar los 4 valientes, pero no nos dejaron porque llevábamos navajas suizas (disponían de detecta metales, y nos pasaron el aparato con bastante rigor, y como había que ir hasta no se donde, pero lejos pues decidimos entrar de dos en dos.

Dave y yo conseguimos pasar no sin problemas el primer y segundo control, pero tuvimos que volver porque no íbamos con pantalones largos. A esto no hay que olvidar la cola que había. Al final, conseguimos entrar después de haber sorteado tres controles y de habernos puesto pantalón largo y jersey con más de 40 grados.

Para terminar, decir que todos los controles que había eran básicamente para cerciorarse de que todo el mundo vestía correctamente. Además fue “gracioso” ver como uno te dejaba pasar y como otro de los de seguridad venía por detrás y te impedía la entrada por “X” razones.

Dave: Muy acertados los comentarios del Furïs. Entrar en la Basílica de San Pedro era como entrar en la típica tumba de faraones, todo lujos y ostentosidad. Además esa moral que no te deja enseñar las piernas, parece que siguen en el medioevo, solo falta la inquisición para andar quemando brujas. Por otra parte, decir que era realmente precioso e impresionante. Pavo de ver la capilla sextina.

Pujol: Mientras tanto mi persona y el ex pregonero nos situamos fuera el turno que nunca llegó. De mientras hablamos del viaje y del poco tiempo que había habido para el disfrute personal. Poca playa, poca farra…

A la salida de los que entraron corrimos a ver la capilla sextina (no la vimos, porque cierran a las 15:00), corrimos a dejar las bicis, corrimos en nuestro camino a la estación y después de un encuentro con unos afables turcos y un despiste de ambos grupos cogimos el tren hacia Florencia.

Allí tuvimos mucha suerte ya que en la station nos ofrecieron una habitación en el centro a precio razonable. Pero a pesar de ello las malas caras no tornaron hacia lo esperado.

Ya instalados decidimos ir a cenar y con discusión y todo terminamos de forma prontía en la cama. En esta cena surgió la ley de la sonrisa (aunque estés pensando en matar al otro). Su imposición fue realizada por el “imperator” (o dictador) Erik y su intención era el no llegar nunca a las manos.

Dave: Francamente acertada me parece la ley de la sonrisa, que con el tiempo se verá que ha ido funcionando, y que no es una imposición de Boti, sino un acuerdo que alcanzamos en el foro. Debo decir que la situación era francamente insostenible y que ya hasta nuestra integridad f´sica corría peligro.
¡¡Viva la ley de la sonrisa!!

Pujol: Y la ley seca? Era la solución?

Boti: No al diálogo fue la propuesta del aún gordinflón! Se mostró realmente violento e inclusive llegó a amenazar a la tripulación que solo pretendía un cordial final de vacances.

La democracia se impuso (que no la dictadura de mi persona) y la ley de la sonrisa se impuso salvando hasta el momento los últimos días.

Pujol: Sólo el mal carácter evidente y conocido de los seguidores de la ley hizo obligada su IMPOSICIÓN. Los individuos de buen carácter como el Furïs y yo no necesitamos este tipo de medidas.

sábado, 3 de agosto de 2002

El maratón de Pompeya y el “cura” Orlando


Dave: Nuestra intención era visitar Pompeya lo más rápido posible para poder llegar a Roma a la tarde-noche, así que empezamos la visita por todas las ruinas y el ritmo fue aumentando hasta acabar siendo un frenético sprint en una simulación de una etapa garitense. Pompeya gustó a unos y no tanto a otros, pero todos nos apuntamos un lugar más en la retina.

A la carrera (como no) cogimos el tren a Napoli y desde allí otro hasta Roma. Cuanta alegría inundó nuestros corazones cuando comprobamos que el tren iba hasta la bandera y como no a nosotros, apestosos mochileros, nos tocaba ir de pie. ¡¡2 horitas de pie con la maleta entre los dientes y para mayor alegría el Furïs y Puck, en el “ahí te pudras” de los fumadores.

Todo el mundo que pasaba nos hacia comentarios, e hicimos buenas migas con un simpático personajillo italiano que aunque iba para cura se dio cuenta que lo suyo era hablar de “figas” y demás. Su nombre era Orlando y nos amenizó el viajecillo.

Por fin, llegamos a Roma. Otra caminata más (+metro + bus) hasta llegar al hostal que estaba al lado del olímpico de Roma, y tras dejar las maletas a empezar a levantarnos la capital de las pizzas. Primero vimos la piazza de Popolo (fina) y desde un mirador la puesta de sol. Después de la piazza de España (decepción), la fontana de trevi (muy fina) y la piazza de Venecia (muy fina también). Para terminar decidimos aderezarnos una última caminata que convirtió ese día en uno de los más agotadores del viaje y que de discusión en discusión (se nota que ya llevamos muchos días juntos y cansados) nos llevó a un placido sueño en el hostal.


Furïs: El maratón comenzó con un ritmo suave, poco a poco fue aumentando hasta los tres últimos kilómetros, cuando había que ir hasta el punto más alejado de las ruinas y volver hasta la entrada cruzando en diagonal toda la ciudad. Er Boti y el Dave impusieron un ritmo que ni Puch ni yo pudimos seguir (dudamos del Boti porque corrío y eso es trampas!!) pero poco a poco les fuimos alcanzando. Las primeras metas volantes las ganó el Dave pero el primero en salir de las ruinas fui yo por lo que me declaró vencedor de la 1ª maratón de Pompeya.

viernes, 2 de agosto de 2002

Taranto, la cloaca de Italia

Furïs: Nos despertamos y ya estábamos en Bari, cogimos un bus del puerto a la estación porque había un gran trecho. Allá nos enteramos que no había tren directo a Nápoles. Había que ir a Taranto y de allá e bus a Nápoles. De Taranto no voy a hacer ningún comentario porque no hay palabras para describir semejante fealdad.

En el trayecto en bus estuvimos a punto de perder la vida pues nos tocó un conductor novato o que se pensaba que estaba compitiendo en la Milán-San Remo. Llegamos a Nápoles y ante el panorama (Nápoles no nos gustó nada a primera vista), por lo que decidimos ir a Pompeya directamente. El hostal estaba bien y Pompeya nos causó una buena impresión. Fuimos a cenar una pizza y después echamos la imprescindible pocha y a la cama.

jueves, 1 de agosto de 2002

El rey del sueño

Pujol: A la mañana siguiente y siguiendo el plan estipulado cogimos el tren hacia Patras. Antes en la estación muchos mochileros compartían nuestra intención. Resultado: que a pesar de llegar a la segunda parada sentados el paso del Peio nos res relegó a la posición vertical. La mitad del viaje tuvimos que simular a aquellos que en San Sebastián cogen el bus para ir de Aiete al centro. Nuestro viaje duró 5 horas!! Grecia!!

Al llegar a Patras y al grito de ¡¡Vicente!!, seguimos al resto de la gente. Una cola bastante larga había para comprar el billete (eso ahora es algo usual, del día a día), pero conseguimos uno en un ferry que teóricamente iba a ser mejor que el PUTO ferry que cogimos a la ida.

Y así fue. Teníamos piscina!! Y el barco estaba bastante bien, pero (hay ene!) resulta que tenemos piscina el único día que nos toca nublado. Dios nos da la de cal esta vez.


Dave: Gran ferry el que cogimos, por las grandiosas prestaciones que comenta arriba el Puck y por otra más importante aún. Allí tuvimos la oportunidad de conocer al mito viviente que se hace llamar “el rey del sueño”, que cohabita en el olimpo de los dioses junto con el príncipe de los pestuzos y el rey de la herramienta. Nos asombraron sus dotes de sueño en cualquier situación y posición. La lastima fue que su estado de permanente inconsciencia no nos dejó preguntarle quien era su maestro. Así nos fuimos a dormir no sin antes presenciar una clase práctica de hacer figuras de globos por parte de unos simpáticos paisanos y que Pujol jurase odio eterno al Furïs por una treta en la pocha.

miércoles, 31 de julio de 2002

Viven

Pujol: Mi despertar fue un suceso curioso. De repente oí la voz del Dave y su mano moviéndome. Él me decía que eran las 8:30 pero yo no entendía como se puede ser tan cabrón de despertar a un pobre hombre nocturno a esas horas de la mañana. Alteré mi posición con intención de encontrar otra para seguir realizando la actividad propia de esa hora y me encontré con una cama de extrema dureza y fría. Estaba en el puto suelo de una plaza durmiendo!!

Entonces una voz de un autentico borracho se hizo en la decorada plazuela de pueblo! “…aunque seáis obreros os mataré” hay que estar borracho o ser un asesino para decir estas cosas.

Con una pereza inmensa en mi ser, me quedé para cuidar al ser que antes había dicho esto, es decir, Erik; por si acaso, realizaba un asesinato matinal. Mientras el Furïs y Dave caminaban a recoger las cosas en la consigna para ir a la playa. Cuando el ex pregonero y yo nos disponíamos a seguir sus pasos una señora alegre y jovial nos dijo desde la distancia “bed good, ¿¿eh??”.

En pocos minutos nos reunimos con los anteriores y pestuzamos en la playa. Objetivo: alejarnos del sol!! Las sombra como en la nocturnidad eran nuestro hogar.

De oscuridad en oscuridad tocando un poco el sol llegamos a coger el ferry a las 14:30.


Dave: Allí estábamos los cuatro con la peor pinta que se pueda imaginar. El ferry fue rápido y no nos enteramos apenas del trayecto. Tal vez esto fue porque íbamos tirados durmiendo en la cubierta. Todo el mundo que pasaba nos miraba con una cara mezcla de lastima y repugnancia, y en alguna ocasión hasta al Sr. Pujol le dieron un par de patadas. Tras 5 horas llegamos al Pireo, puerto de Atenas, y cogimos un metro para el centro de la ciudad. Allí buscamos alojamiento para pasar la noche, el Furïs y moi nos metimos en un albergue, pero como no había más sitio, Puck y el Boti les tocó alojarse en el típico hostal de maleantes de película, con cucarachas y chinches incluidas.

Cenamos extrañas comidas en un lugar que nos recomendó un rufián, tras esto nos fuimos a la cama, donde, por fin, tras dos noches de autentica vida “sin techo”, pudimos dormir en una cama. Cabe decir que todos llegamos a Atenas con más ganas de irnos de allí que de otra cosa.
¡Que ganas teníamos de irnos de Grecia!

martes, 30 de julio de 2002

En el día más largo de nuestra vida hallamos a la ponedora “doble hibrida”



Dave: Allí estábamos, los 4 con nuestros bártulos y humores deficientes, a las 4:00 de la mañana, con sueño. En fin, un cúmulo de despropósitos que parecían una de las peores pruebas que tendríamos que superar. Pero afortunadamente supimos sobreponernos a la tensión y nos hicimos una piña (discusión por medio) para tomar una importantísima decisión, nos quedaríamos en Mykonos sin lugar alguno en el que cobijarnos e inspeccionaríamos la note Mykoniense.

Durante todo el día nos arrastramos recargando energías y llegado el momento nos pusimos el uniforme de farra y fuimos al “aker” de Mykonos. Todos íbamos sin duchar pero personalmente diré que me daba dentera tocar mi pelo, jamás lo había tenido tan sucio.

Boti: La noche prometía ser larga y emocionante osea que antes de ponernos el mono de trabajo y empezar a soplar, se tomaron una serie de decisiones a seguir a rajatabla: privar con moderación era la principal, ya que sin un lugar donde piltrar una borrachera fea no ayuda en exceso; la segunda decisión fue evitar las tanganas, al grito de bat, bi eta hiru, todos a correr si la cosa se pone fea y es que esa misma mañana presenciamos desde tribuna más de una tangana con botella partida en mano! No se andan con chiquitas!

Con la voluntad de cumplir las especificaciones Pujol se compró botella de clarete y el Dave y yo medio litro de Águila. En un visto y no visto, el tiempo que tardamos David y yo en bebernos las cervezas, Puch se jodio la botella de claro calentita que le calentó el celebro, pintaban copas! Pujol no vaciló en cogerse la siguiente botella sin haber acabado la primera.

Tras discusiones acaloradas y transcendentales y con combustible suficiente en el cuerpo abandonamos el pseudo-Aker hacia la una y media. Fue levantarse Pujol de donde se sentaba y darnos cuenta de que iba piripi. En realidad, de piripi nada, iba como un belén, pedo quinceañero!!! Que vergüenza a su edad y con botella y media de vinito caliente.

Nos dio la noche: guió la expedición pasando 3 y 4 veces por el mismo sitio haciéndose coleguitas!; Le preguntó a una chica a ver si ella era un mariconazo!; Pretendía ligarse a unos gays para que le sacasen copas; intentó entrar por dos veces en el Space alegando ser amigo de un tal Anaximandros; sonó el estribillo de cumpleaños feliz y se puso a cantarlo a viva voz en mitad de una cola de gente serena; pretendía entrar en todos los bares en los que había que pagar de 10 a 15 euros cuando no teníamos ni para pipas!

Total que se le tuvo que cantar las 40 y parece que entró en razón pero ya eran las 4:00 de la mañana y poca farra quedaba, unos bailoteos en un bar rasta, unos escarceos con unas pellejillas busconas, unos bailoteos en otro bar, y mucho pululeo que crispaba los nervios de la expedición. Afortunadamente, hay que decir que tanganas no las hubo. Afortunadamente digo por ellos porque con el rencor que llevábamos todos encima, les hubiéramos arrancado la nuez!

Furïs: Llegamos a Mykonos de madrugada, y hasta la hora de comer anduvimos vagabundeando por las calles-laberinto de Mykonos. Por fin, y después de bastantes días comiendo kebabs, volvimos a nuestra dieta de mochileros, los bocatas.

Tuvimos bastantes dudas de si hacer farra en Mykonos por todo lo que ello suponía. Como conseguimos dejar nuestras grandes mochilas en la consigna del puerto, pues decidimos quedarnos. Sabíamos que iba a ser duro y que íbamos a sufrir al día siguiente pero fuimos valientes y salimos de farra con todas las consecuencias.

No hay que olvidar que la tarde antes de la farra, estuvimos pestuzando en la playa y que fuimos a nuestro txoko a cenar y a ver el atardecer. Por cierto, fue una bonita puesta de sol.

Dos sucesos a recordar:

1) Decir que mientras cenabamos fuimos atacados por la mascota de Mykonos, el pelícano (quería robarnos nuestra cena).
2) También resaltar el ataque indiscriminado de un ejercito de hormigas al pobre Boticario mientras dormía.

Pujol: Como me agradece la gente el ser el salvador de la noche!! Contando papanochas!! El pequeño cabezón ex fregonero es un mariconzón.

La cosa es que los bares tenían como condición previa el pago de 10 €. Nosotros no teníamos ni un chavo. Pero también existían bares en los que no había que pagar y que el individuo que escribe los encontró, contrariando la voluntad del fascista anti-farra de la expedición. Incluso por mi cara bonita y mi cabezonería pudimos terminar bailando en lugares donde en primera instancia nos obligaban al pago.

Incluso el que redacta esto se jugó la vida por el bien del grupo con los maromos 6X6 que había en el Space.

Gracias por todo tenía que haber sido lo escrito por el jodido cabezón. ¡Tuto calumnia!

Y después de la farra nos fuimos a dormir…..





lunes, 29 de julio de 2002

La pocha desbanca al mus como el juego de cartas rey

Pujol: El despestar de los aventureros fue prontío, alrededor de las 8:00. Erik y yo esa noche dormimos juntos (pero no revueltos) con un obeso tipo de unos 95 años de características germanas. A pesar de sus años y de los nuestros él llegó a las 5:00 esa noche y nosotros a las 00:30.

Nos vestimos y demás cosas que hacemos los chicos a las mañanas, y nos dirigimos a la playa. Un lugar semi-lejano de nuestro hostal con una amplia diversidad en la dirección del lugar de toma de sol. Toda la mañana nos la pasamos en ese lugar realizando las funciones para los cuales Dios nos ha provisto de los sentido. Vista para mirar, olfato para pasar hambre, oído para el relax, tacto para pasar calor y gusto; para que cojones sirve el gusto si no comes?

Que hambre pasamos en Rodas. Nuestra intención era comer fruta en ese y en los próximos días y así lo hicimos. Pero el problema es que desayunamos exactamente nada.

Después de la playa fuimos a visitar la city. Como ya se ha dicho anteriormente, ella nos sorprendió mucho. Hoy el sentimiento de belleza siguió siendo predominante. Calles al más puro estilo medieval, un bello y amplio castillo con lujosas salas, en el que pudimos entrar gratis por el carné de estudiante y una muralla extensa que nos hizo intuir la dificultad de conquista que podía tener en la antigüedad esta plaza. Anteriormente vimos el posible emplazamiento del Coloso de Rodas, sustituido ahora por dos ciervos situados en el lugar donde se cree que estaban los pies de éste.

Cansados ya de tanta actividad, volvimos al hostal para poder pasar las últimas horas en la isla. El ferry salía a las 20:00 y nuestros hambrientos cuerpos llegaron al hostal a las 17:00. Allí decidimos jugar al naipe, pero no al mus sino a la potxa.

Hambre lo que es pasar hambre, lo pasamos. Erik (alias Carlitos cuando jugamos a este juego) llegó a decir que se mareaba debido al poco aporte calorífico que ofrecía a su propio ser. Por fin comimos decente y nos encaminamos hacia el ferry.


Boti: El ferry! Eso si que era un señor ferry y no la txalupa en la que viajamos de Brindisi a Patras! Me hubiese quedado a vivir en él, amplios salones lujosos, butacas a gusto del viajero, piscina, duty free, salas para dormir… nada más dejar las maletas en lugar seguro, echamos esta vez u par de muses con clara victoria (3-0,3-2) para el Puch y para mi, y tras un ligero aireo en cubierta nos echamos al suelo enmoquetado a dormir, no hay dinero para camarotes! Hacia las 22:00 conciliamos el sueño hasta que a las 3:00 el ferry llegó a Mikonos.

domingo, 28 de julio de 2002

Que arda en yamas Tour


Dave: Nos despertamos a las 8:00 con prisas porque venían a recogernos a las 9:30, así que nos duchamos rápidamente y fuimos a desayunar casi con la toalla puesta. Tardaron más de 25 minutos en servirme unas miserables tostadas!!! Además de esto, nos retrasaron más aún cuando nos querían cobrar por segunda vez la habitación. Aun así y con todas las prisas estábamos listos para las 9:30, y el autobús llegó 40 minutos de retraso.

Como se puede comprobar en este trayecto final en Turquía nuestro concepto del pueblo turco ha empeorado respecto a Estambul. El cabrón de la agencia que encima nos dijo que no entendíamos ingles y otro cabrón que nos jodio la conexión del bus y que nos dijo que el ferry estaba a 30 kilómetros cuando en realidad estaba a 2 kilómetros, en fin, sin más comentarios.

A fin de cuentas ya estábamos en el ferry camino a Rodas y abandonando Turquía, y la verdad es que fue una de cal y una de arena. La impresión que nos llevamos de Rodas fue bestial, esta ciudad es preciosa y ninguno nos esperábamos algo así.


Furïs: “Rodas, lugar de majestuosas murallas y
de preciosas piedras en las orillas de sus playas”

Esta isla nos causó una buena impresión desde que desembarcamos del ferry. Lo primero que teníamos que hacer era ver que feries teníamos a otras islas, y como ese día no salía ningún ferry, fuimos a buscar un hostal.

El hostal en donde dormimos era el más auténtico. Me explico; de todos los que hemos estado este es el que más se acerca al tipo de vida del mochilero. Un único baño en todo el hostal, común y en el que la ducha y el retrete son uno. Las habitaciones son de varias personas y hay una cocina también común en donde te puedes preparar comida. En definitiva, un lugar cutre pero que cubre las necesidades básicas. Una vez instalados, dimos una vuelta por Rodas para ver el ambiente y hay que decir que Rodas tiene un gran ambiente y unas bellas mujeres.

El comentario del día:
La cena que preparamos no era ninguna maravilla pero se podía comer. La cena estaba compuesta de un grumoso puré de patatas con salchichas. ¡¡Preparada por nosotros!!


Dave: Las calles de Rodas son impresionantes. Toda la parte vieja de la ciudad esta dentro de un castillo medieval. Todas las calles están empedradas y por todas partes se ven iglesias cristianas, bizantinas y mezquitas.
Además es una isla muy turística, y el ambiente por las calles era muy fino, mucho color y buenas perspectivas de farra buena de no ser por nuestro escaso presupuesto. Así que nos tomamos unas birras de súper y después una en una terraza por la que nos cobraron 5€ por 33 Cl., viendo el puñal clavado en nuestra espalda, dijimos adiós a todos los nietos de Onassis que se movían por el lugar y nos fuimos a dormir.

sábado, 27 de julio de 2002

Por fin llegamos a la Y

Boti: El cólico de dos de los miembros de la expedición el día anterior exigió reposo continuo en el mirador del hostal lo que nos permitió al día siguiente “madrugar” a las 8:30 para alimentarse en condiciones con un desayuno copioso y partir en minibús hacia una de las ultimas voluntades del Barrus: la famosa “Y”. El minibús nos dejó en Ölüdeniz, al borde del mar pero para acceder a la laguna azul tuvimos que caminar lo nuestro, peaje a medio camino incluido! Si, si tuvimos que pagar por ir a la playa, igual por eso de que le sitio ese es patrimonio de la UNESCO y esas cosas! La verdad es que era precioso y en ningún momento del viaje pensábamos que llegaríamos hasta allí pero; Prueba superada!

Nos tumbamos al sol, que no zurraba casi, todo el tiempo que pudimos en mi caso aguante 10 minutillos de nada y me fui con el Dave a nado unas millas hasta alcanzar un islote de enormes acantilados, como hombres aventureros que se nos supone desafiamos las leyes de la naturaleza saltando a las cristalinas aguas desde una altura de una veintena de metros. El Puch y el Furïs se quedaron retozando y acaparando los penetrantes rayos de Lorenzo! A nuestro regreso nos fuimos todos a la orilla a achicharrarnos como cochinillos, pero se estaba que daba gusto vernos.

Hacia las 14:00, el sol ganó la batalla y decidimos retirarnos a alimentar el buche a base de fruta que aparte de refrescar, es semi-barata, el bote no da para grandes comilonas en las terrazas de moda! Me parece casi tontería mencionar que comer, comimos a gusto!

Con la tripa “no vacía” regresamos al txiringuito de la playa para echar una potxa a la sombra! Nos dieron las 16:30 y pelín coloraditos le pedimos una revancha al sol debilitado, ya que nos tumbamos otro ratito! Solo la valentía o más bien diría la inconsciencia del señor Pujol nos hizo aguantar los embistes del sol que acabó definitivamente con nosotros poco antes de las 18:00. Nos defendimos como pudimos pero salimos con magulladuras todos menos el Furïs!

Dave: El resto del día no tuvo nada de especial. Volvimos a Fethiye, cenamos y salimos el tiempo justo para que el Sr. Boticario comprase unas joyas a su parienta. Buenas noches!!

viernes, 26 de julio de 2002

Me cago en el bus, que lo detengan!!!!

Boti: Recordar que en Capadocia estábamos, y Capadocia en Turquía está y en Turquía nada puede esperarse puntualmente, tampoco los buses obviamente! Se nos dijo de ser puntuales a las 19:30, que el bus salías a las 19:40 falte quien falte, y resulta que el único que faltaba era el bus! No llegó hasta las 20:30; horita tarde! En un principio teníamos unos asientos decentes pero durante la espera nos pusieron en el fondo norte: de tribuna a gallinero! Nos tocaron los últimos asientos y nos esperaba un viajecito de 14 horas.

Dave: El viaje fue todo lo que se podía esperar en aquella situación, 14 horas de las cuales 5 estuvimos en el más dantesco de los infiernos como ya comente anteriormente. Tuvimos la suerte de que el copiloto decidió darse un homenaje en forma de siesta, para lo cual nos cambio de asientos (necesitaba los 5 de atrás para tumbarse) y entonces pudimos hacer un viaje medio aceptable.

Así pues llegamos a Fethiye con la esperanza de la playa, y por supuesto, dimos con nuestro gozo en un pozo. La playa estaba en retama y medio. Así que decidimos quedarnos en un albergue que única y exclusivamente se salvaba por las increíbles vistas sobre la bahía que realmente eran imponentes. Por lo demás, el servicio lamentable y las habitaciones daban directamente a la puta calle. Así son las cosas.

Nos quedamos en el hostal con la idea de ver la contrarreloj del Tour, plan que también nos pisotearon. Viendo que Puck y el Furïs andaban con el estomago un poco suelto (se meaban por donde no es), el Boti y yo nos fuimos a dar una vuelta por la city, por lo que vimos un pelín de ambientillo (no el suficiente para ser sábado) que no nos convenció para deleitarlos con nuestras afamadas danzas. Nos volvimos al hostal a aprovechar horas de sueño tras la birra y el tabaco de menta.

Pujol: Que pronto olvidamos las putadas que nos suceden en el viaje. El traslado de nuestros cuerpos a Fethiye fue uno de los peores sucesos de mi afamada y prospera vida.

La subida a nuestro lugar de descanso en esa noche se produjo a las 20:30, una hora tarde. El ambiente en el lugar tenía un deje olfativo a pie (roquefor – roquefor) o a pota (tipo la que echa después de los dos litros de kalima del Boti). Además para colmo el lugar donde nos había tocado era donde el olor más poder tenía. Comprendimos que el vomito que emitía ese correoso hedor venía de la parte de atrás de nuestros propios asientos (Guay) que para colmo eran los de atrás (con poco hueco para las piernas).

Poco más tarde los jodios turcos que sólo piensan en sí mismos y en sus peculiaridades me echaron el asiento para atrás. Ya no tenía nada de sitio. Con el amado Boti más tarde en el asiento de adelante pudimos dormir a gusto.

A las 00:30 el autobús se paró en X sitio. Se subieron 3 tipos que tenían nuestro asiento (error turco). El que se quedo en el sitio libre fue un tipo posiblemente del este que medía 1,95 metros y superaba los 100 Kg. El espacio en la parte de atrás era ínfimo ya con el Boti en el asiento asignado oficialmente. Un autentico infierno.

El jodido enano (no Boti) que creía ser el jefazo de autobús, porque era el ayudante del conductor (no se le puede llamar copiloto) nos trató con desprecio en todo el viaje. Hasta que un momento nos quiso hacer el favor de cambiarnos de sitio para mejorar nuestro descanso. Eso creíamos. Sólo quería echarse a dormir en nuestros asientos. Gracias de todas formas.

A partir de ahí dormimos con corrección excepto Uría que con un apretón enorme tuvo que parar el autobús. Como lo hiciste mariconzón. Se quedó bien a gusto y llegamos 10 minutos más tarde a nuestro destino.

jueves, 25 de julio de 2002

Matriz, The New Generation



Furïs: Comenzó un nuevo día con un gran desayuno. SuperBö y mi persona comimos torrijas con miel y mermelada de fresas y los otros dos mochileros desayunaron grandes platos con todo tipo de cosas. Era uno de los pocos desayunos que tuvimos y eso se agradeció una barbaridad.

Después de pegarnos semejante banquete nos esperaba un tour que duraba todo el día. Tuvimos que esperar un buen rato a la van del tour, y cuando llegó vimos que estaba lleno de coreanos, japoneses,…en definitiva, asiáticos. Estuvimos hablando con los coreanos y conocían a Lee Chun Soo.

La primera parada fue breve donde contemplamos una bella panorámica de los típicos paisajes de Capadocia.

La segunda parada fue bastante más larga y bastante más curiosa. El lugar se llamaba “Undercover city” y era una autentica ciudad bajo tierra (o eso es al menos lo que nos intentaban vender, porque a mi me parecía una ciudad un poco de palo). La ciudad constaba de ocho niveles, todos bajo tierra. En este lugar tenían de todo desde cocina hasta un establo. Había algunos lugares espaciosos pero había otros en donde tenías que agacharte considerablemente. Estamos hablando de una ciudad que pasaba de los 50 metros bajo tierra. (En este lugar sucedieron muchos sucesos homosexuales. Perdimos la virginidad anal con una botella de agua).

La tercera parada consistía en un hike de tres kilómetros en medio de un cañón. Tuvimos que realizar bastantes movimientos matrix para sortear algunos de los obstáculos del peligroso camino, aunque esto solo fue el calentamiento. Después de esta larga caminata nos esperaba la comida, el lugar donde comimos estaba en un tramo del cañón y estaba al lado de un río. Después de comer nos dirigimos a uno de los lugares donde se rodaron algunas de las escenas de Star Wars.

Seguidamente nos llevaron al lugar donde teníamos que mostrar nuestras habilidades matrix. Subimos una especie de monte curioso en donde las viviendas, iglesias, etc. se hallaban dentro del extraño monte, es decir, eran pequeñas cuevas que utilizaban como viviendas, etc. Ya en lo alto comenzó nuestra concentración antes de empezar el peligroso descenso en el que alguno de nosotros podía perecer. La concentración terminó con unos rezos en la iglesia del lugar. El descenso comenzó con lentitud y con algo de nerviosismo dentro del grupo. Poco a poco, la confianza en nuestra destreza fue aumentando y también nuestra velocidad de descenso, la cual alcanzó velocidades de crucero. Al terminó de la actuación, nuestros amigos los asiáticos, expertos en la materia, nos dedicaron una gran ovación. El descenso esta grabado en video por lo que será ahí donde se verán nuestras verdaderas habilidades matrix.

Después de semejante esfuerzo y espectáculo ofrecido nos llevaron a un lago que estaba dentro de un cráter, el cuál tenía unas propiedades únicas que nos ayudaron a recuperar el aliento perdido en la operación matrix. Otra vez, fuimos los únicos que nos atrevimos a adéntranos en tan misteriosas y profundas aguas de extrañas propiedades.

Una vez recuperados nuestros cuerpos acudimos al lugar donde hacen cerámica, y en el cual nos mostraron como se hacía. Había autenticas joyas de la cerámica. Y ya por ultimo, nos llevaron al valle de los penes, en donde lo único que veías eran penes, mirases donde mirases (un lugar curioso).

Lo único destacable que ocurrió después del tour fue la larga espera del autobús que nos tenía que llevar a las lindas playas de Fethiye.


Dave: Mención aparte cabría hacer a este viaje en bus. Podríamos dedicar capítulos y más capítulos a llorar por este trayecto, peor una vez pasado diré que tampoco fue tan malo como en un principio pensamos que iba a ser. Mencionar simplemente el gusto del pueblo turco por súper poblar los autobuses y de cambiarte de asiento a horas intempestivas de la noche. Indicar también el hedor extraño que tuvimos que soportar y que por esta vez no lo desprendíamos nosotros.

Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.