Pujol: Mi despertar fue un suceso curioso. De repente oí la voz del Dave y su mano moviéndome. Él me decía que eran las 8:30 pero yo no entendía como se puede ser tan cabrón de despertar a un pobre hombre nocturno a esas horas de la mañana. Alteré mi posición con intención de encontrar otra para seguir realizando la actividad propia de esa hora y me encontré con una cama de extrema dureza y fría. Estaba en el puto suelo de una plaza durmiendo!!
Entonces una voz de un autentico borracho se hizo en la decorada plazuela de pueblo! “…aunque seáis obreros os mataré” hay que estar borracho o ser un asesino para decir estas cosas.
Con una pereza inmensa en mi ser, me quedé para cuidar al ser que antes había dicho esto, es decir, Erik; por si acaso, realizaba un asesinato matinal. Mientras el Furïs y Dave caminaban a recoger las cosas en la consigna para ir a la playa. Cuando el ex pregonero y yo nos disponíamos a seguir sus pasos una señora alegre y jovial nos dijo desde la distancia “bed good, ¿¿eh??”.
En pocos minutos nos reunimos con los anteriores y pestuzamos en la playa. Objetivo: alejarnos del sol!! Las sombra como en la nocturnidad eran nuestro hogar.
De oscuridad en oscuridad tocando un poco el sol llegamos a coger el ferry a las 14:30.
Dave: Allí estábamos los cuatro con la peor pinta que se pueda imaginar. El ferry fue rápido y no nos enteramos apenas del trayecto. Tal vez esto fue porque íbamos tirados durmiendo en la cubierta. Todo el mundo que pasaba nos miraba con una cara mezcla de lastima y repugnancia, y en alguna ocasión hasta al Sr. Pujol le dieron un par de patadas. Tras 5 horas llegamos al Pireo, puerto de Atenas, y cogimos un metro para el centro de la ciudad. Allí buscamos alojamiento para pasar la noche, el Furïs y moi nos metimos en un albergue, pero como no había más sitio, Puck y el Boti les tocó alojarse en el típico hostal de maleantes de película, con cucarachas y chinches incluidas.
Cenamos extrañas comidas en un lugar que nos recomendó un rufián, tras esto nos fuimos a la cama, donde, por fin, tras dos noches de autentica vida “sin techo”, pudimos dormir en una cama. Cabe decir que todos llegamos a Atenas con más ganas de irnos de allí que de otra cosa.
¡Que ganas teníamos de irnos de Grecia!
Entonces una voz de un autentico borracho se hizo en la decorada plazuela de pueblo! “…aunque seáis obreros os mataré” hay que estar borracho o ser un asesino para decir estas cosas.
Con una pereza inmensa en mi ser, me quedé para cuidar al ser que antes había dicho esto, es decir, Erik; por si acaso, realizaba un asesinato matinal. Mientras el Furïs y Dave caminaban a recoger las cosas en la consigna para ir a la playa. Cuando el ex pregonero y yo nos disponíamos a seguir sus pasos una señora alegre y jovial nos dijo desde la distancia “bed good, ¿¿eh??”.
En pocos minutos nos reunimos con los anteriores y pestuzamos en la playa. Objetivo: alejarnos del sol!! Las sombra como en la nocturnidad eran nuestro hogar.
De oscuridad en oscuridad tocando un poco el sol llegamos a coger el ferry a las 14:30.
Cenamos extrañas comidas en un lugar que nos recomendó un rufián, tras esto nos fuimos a la cama, donde, por fin, tras dos noches de autentica vida “sin techo”, pudimos dormir en una cama. Cabe decir que todos llegamos a Atenas con más ganas de irnos de allí que de otra cosa.
¡Que ganas teníamos de irnos de Grecia!
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