jueves, 8 de agosto de 2002

Vosotros a Donosti y yo a Luxemburgo

Furïs: Amanecí en Luxemburgo después de pasar la noche en el tren. Dormí bastante bien pero los “Peio” me despertaron en varias ocasiones para pedirme el billete y el pasaporte (creo que ha sido la única vez que me lo han pedido). Fui a la oficina de Turismo para que me dijesen que había que ver en esa ciudad.

Me recomendaron un recorrido de unos 4 Km. y que tardaría unas 3 horas. Así que, sin más dilación comencé la caminata. Lo más curioso de esta ciudad es que hay dos niveles; la parte superior es donde esta todo el mundo (la ciudad) y en la parte inferior hay un inmenso parque. También hay que decir uno de los mejores miradores de Europa según la UNESCO.

Hacia las 12:00 terminé la caminata y fui a la estación para irme a Bruselas. Llegue a Bruselas hacia las 16:00 y con el objetivo de buscar un hostal para dos noches y el horario de tren de vuelta a casa. El único problema que tuve es que los hostales estaban petados por lo que me tuve que ir a uno en las afueras del centro (el hostal estaba en un barrio árabe).



Pujol: Despedido Uría, dos horas después de la fuga del elemento febril del viaje, subimos al último tren del rule de estraperlo. Con alegría la verdad porque personalmente, y se que los demás también, tenía muchas ganas de volver a mi casa.

En el tren cogimos el más bello sitio que podíamos coger. Unos en los cuales los tres individuos restantes podíamos estirar las piernas hasta límites insospechados. Problema, porque en el viaje todo ha sido una de cal y una de arena, hacia frío de pelotas. Yo dormí con pantalón largo, calcetines, jersey y…saco de dormir. Los demás parecido. Estos galos son poco frescos.

Los kilómetros a la frontera descendían y nuestra sonrisa crecía. Choques de manos en la frontera y gritos y cánticos en la llegada a Irún. Aquí sí que nos podíamos entender con la gente!! En Irún ayudamos a un italiano a llegar a Sanse.

Nuestro requeteúltimo viaje en tren fue corto y solo hablamos de comer. Como hemos echado de menos la comida. Erik se despidió en las cercanías de su casa. Adiós Erik! Ya se empieza a ver el final. Llegamos Dave y yo a la estación de SS. Javi estaba allí. Principio y fin del viaje. Luego vinieron Miguel, Jorge y Ollo. Gracias por la bienvenida.

Y luego a casita, con ganas de llegar y con ganas de volver. Como todo en la vida existen elecciones. Nosotros elegimos vivir, vivir bien aunque mal, cal y arena, todo. Gracias a los tres por compartir estos días conmigo. Cal y arena otra vez.

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Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.