
Dave: Allí estábamos, los 4 con nuestros bártulos y humores deficientes, a las 4:00 de la mañana, con sueño. En fin, un cúmulo de despropósitos
que parecían una de las peores pruebas que tendríamos que superar. Pero afortunadamente supimos sobreponernos a la tensión y nos hicimos una piña (discusión por medio) para tomar una importantísima decisión, nos quedaríamos en Mykonos sin lugar alguno en el que cobijarnos e inspeccionaríamos la note Mykoniense.
Durante todo el día nos arrastramos recargando energías y llegado el momento nos pusimos el uniforme de farra y fuimos al “aker” de Mykonos. Todos íbamos sin duchar pero personalmente diré que me daba dentera tocar mi pelo, jamás lo había tenido tan sucio.
Boti: La noche prometía ser larga y emocionante osea que antes de ponernos el mono de trabajo y
empezar a soplar, se tomaron una serie de decisiones a seguir a rajatabla: privar con moderación era la principal, ya que sin un lugar donde piltrar una borrachera fea no ayuda en exceso; la segunda decisión fue evitar las tanganas, al grito de bat, bi eta hiru, todos a correr si la cosa se pone fea y es que esa misma mañana presenciamos desde tribuna más de una tangana con botella partida en mano! No se andan con chiquitas!
Con la voluntad de cumplir las especificaciones Pujol se compró botella de clarete y el Dave y yo medio litro de Águila. En un visto y no visto, el tiempo que tardamos David y yo en bebernos las cervezas, Puch se jodio la botella de claro calentita que le calentó el celebro, pintaban copas! Pujol no vaciló en cogerse la siguiente botella sin haber acabado la primera.
Tras discusiones acaloradas y transcendentales y con combustible suficiente en el cuerpo abandonamos el pseudo-Aker hacia la una y media. Fue levantarse Pujol de donde se sentaba y darnos cuenta de que iba piripi. En realidad, de piripi nada, iba como un belén, pedo quinceañero!!! Que vergüenza a su edad y con botella y media de vinito caliente.
Nos dio la noche: guió la expedición pasando 3 y 4 veces por el mismo sitio haciéndose coleguitas!; Le preguntó a una chica a ver si ella era un mariconazo!; Pretendía ligarse a unos gays para que le sacasen copas; intentó entrar por dos veces en el Space alegando ser amigo de un tal Anaximandros; sonó el estribillo de cumpleaños feliz y se puso a cantarlo a viva voz en mitad de una cola de gente serena; pretendía entrar en todos los bares en los que había que pagar de 10 a 15 euros cuando no teníamos ni para pipas!
Total que se le tuvo que cantar las 40 y parece que entró en razón pero ya eran las 4:00 de la mañana y poca farra quedaba, unos bailoteos en un bar rasta, unos escarceos con unas pellejillas busconas, unos bailoteos en otro bar, y mucho pululeo que crispaba los nervios de la expedición. Afortunadamente, hay que decir que tanganas no las hubo. Afortunadamente digo por ellos porque con el rencor que llevábamos todos encima, les hubiéramos arrancado la nuez!
Furïs: Llegamos a Mykonos de madrugada, y hasta la hora de comer anduvimos vagabundeando por las calles-laberinto de Mykonos. Por fin, y después de bastantes días comiendo kebabs, volvimos a nuestra dieta de mochileros, los bocatas.
Tuvimos bastantes dudas de si hacer farra en Mykonos por todo lo que ello suponía. Como conseguimos dejar nuestras grandes mochilas en la consigna del puerto, pues decidimos quedarnos. Sabíamos que iba a ser duro y que íbamos a sufrir al día siguiente pero fuimos valientes y salimos de farra con todas las consecuencias.
No hay que olvidar que la tarde antes de la farra, estuvimos pestuzando en la playa y que fuimos a nuestro txoko a cenar y a ver el atardecer. Por cierto, fue una bonita puesta de sol.
Dos sucesos a recordar:
1) Decir que mientras cenabamos fuimos atacados por la mascota de Mykonos, el pelícano (quería robarnos nuestra cena).
2) También resaltar el ataque indiscriminado de un ejercito de hormigas al pobre Boticario mientras dormía.
Pujol: Como me agradece la gente el ser el salvador de la noche!! Contando papanochas!! El pequeño cabezón ex fregonero es un mariconzón.
La cosa es que los bares tenían como condición previa el pago de 10 €. Nosotros no teníamos ni un chavo. Pero también existían bares en los que no había que pagar y que el individuo que escribe los encontró, contrariando la voluntad del fascista anti-farra de la expedición. Incluso por mi cara bonita y mi cabezonería pudimos terminar bailando en lugares donde en primera instancia nos obligaban al pago.
Incluso el que redacta esto se jugó la vida por el bien del grupo con los maromos 6X6 que había en el Space.
Gracias por todo tenía que haber sido lo escrito por el jodido cabezón. ¡Tuto calumnia!
Y después de la farra nos fuimos a dormir…..

Durante todo el día nos arrastramos recargando energías y llegado el momento nos pusimos el uniforme de farra y fuimos al “aker” de Mykonos. Todos íbamos sin duchar pero personalmente diré que me daba dentera tocar mi pelo, jamás lo había tenido tan sucio.
Boti: La noche prometía ser larga y emocionante osea que antes de ponernos el mono de trabajo y

Con la voluntad de cumplir las especificaciones Pujol se compró botella de clarete y el Dave y yo medio litro de Águila. En un visto y no visto, el tiempo que tardamos David y yo en bebernos las cervezas, Puch se jodio la botella de claro calentita que le calentó el celebro, pintaban copas! Pujol no vaciló en cogerse la siguiente botella sin haber acabado la primera.
Tras discusiones acaloradas y transcendentales y con combustible suficiente en el cuerpo abandonamos el pseudo-Aker hacia la una y media. Fue levantarse Pujol de donde se sentaba y darnos cuenta de que iba piripi. En realidad, de piripi nada, iba como un belén, pedo quinceañero!!! Que vergüenza a su edad y con botella y media de vinito caliente.

Total que se le tuvo que cantar las 40 y parece que entró en razón pero ya eran las 4:00 de la mañana y poca farra quedaba, unos bailoteos en un bar rasta, unos escarceos con unas pellejillas busconas, unos bailoteos en otro bar, y mucho pululeo que crispaba los nervios de la expedición. Afortunadamente, hay que decir que tanganas no las hubo. Afortunadamente digo por ellos porque con el rencor que llevábamos todos encima, les hubiéramos arrancado la nuez!

Tuvimos bastantes dudas de si hacer farra en Mykonos por todo lo que ello suponía. Como conseguimos dejar nuestras grandes mochilas en la consigna del puerto, pues decidimos quedarnos. Sabíamos que iba a ser duro y que íbamos a sufrir al día siguiente pero fuimos valientes y salimos de farra con todas las consecuencias.
No hay que olvidar que la tarde antes de la farra, estuvimos pestuzando en la playa y que fuimos a nuestro txoko a cenar y a ver el atardecer. Por cierto, fue una bonita puesta de sol.
Dos sucesos a recordar:
1) Decir que mientras cenabamos fuimos atacados por la mascota de Mykonos, el pelícano (quería robarnos nuestra cena).
2) También resaltar el ataque indiscriminado de un ejercito de hormigas al pobre Boticario mientras dormía.
Pujol: Como me agradece la gente el ser el salvador de la noche!! Contando papanochas!! El pequeño cabezón ex fregonero es un mariconzón.
La cosa es que los bares tenían como condición previa el pago de 10 €. Nosotros no teníamos ni un chavo. Pero también existían bares en los que no había que pagar y que el individuo que escribe los encontró, contrariando la voluntad del fascista anti-farra de la expedición. Incluso por mi cara bonita y mi cabezonería pudimos terminar bailando en lugares donde en primera instancia nos obligaban al pago.
Incluso el que redacta esto se jugó la vida por el bien del grupo con los maromos 6X6 que había en el Space.
Gracias por todo tenía que haber sido lo escrito por el jodido cabezón. ¡Tuto calumnia!
Y después de la farra nos fuimos a dormir…..

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