viernes, 2 de agosto de 2002

Taranto, la cloaca de Italia

Furïs: Nos despertamos y ya estábamos en Bari, cogimos un bus del puerto a la estación porque había un gran trecho. Allá nos enteramos que no había tren directo a Nápoles. Había que ir a Taranto y de allá e bus a Nápoles. De Taranto no voy a hacer ningún comentario porque no hay palabras para describir semejante fealdad.

En el trayecto en bus estuvimos a punto de perder la vida pues nos tocó un conductor novato o que se pensaba que estaba compitiendo en la Milán-San Remo. Llegamos a Nápoles y ante el panorama (Nápoles no nos gustó nada a primera vista), por lo que decidimos ir a Pompeya directamente. El hostal estaba bien y Pompeya nos causó una buena impresión. Fuimos a cenar una pizza y después echamos la imprescindible pocha y a la cama.

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Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.