domingo, 21 de julio de 2002

Pythion, la fortaleza turca

Furïs: Hoy nos hemos despertado en Tesalónica, hemos cambiado de tren y vamos hacia la frontera turca.

Lisa + Verenaà “Zuerst einmal müssen wir uniere wackelige schrift entschuldigen, aber das ist nicht unsere Schuld: el tren!

We are glad that we met you, because the time we have spent with you was (y todavía es) a lot of fun. Wir hoffen, dass ihr auch so denkt. Damit ihr uns nicht vergesst.

We really want to see “paquito”, so don´t think that you have seen us for the last time! Especially you Super-Bö...no we are just kidding!!! Vamos a extarñar vosotros!!

Kuss <<<>>>>>

Furis: Hemos pasado por Didimoticho. Gran pueblo donde los haya, es de los últimos pueblos griegos antes de Turquía.

Llegamos a la frontera, más concretamente a Pythion. Nos hicieron bajar y darles los pasaportes. El lugar, Pythion, era bastante pueblo fantasma, donde las hormigas parecían perros asesinos. Nos retuvieron en este lugar un par de horas para luego mandarnos a la frontera turca y tener que pasar la misma odisea. 1º porque tardaron una eternidad en mirar y poner los sellos en los pasaportes y 2º porque a la hora de pagar no tenían cambios, con lo que el caos fue total.

Por fin, nos dejaron en paz y pudimos continuar con el trayecto. Llegamos a Estambul bastante tarde y no teníamos hostal. Salimos del tren y nos dirigimos al hostal que nos indicaba nuestro Barrus. Al cabo de un rato, lo encontramos pero no sin antes haber tenido que soportar a los turcos ofreciéndonos plazas de hostal. El hostal no era ninguna maravilla pero era tarde y queríamos dormir, el tipo de la recepción era un idiota. Nos dieron una habitación de 15. Nosotros éramos 4 e íbamos acompañados por dos alemanas.

El trayecto Atenas-Estambul ha sido el peor de todos y con diferencia. Espero que todo salga bien y podamos volver por las islas.

Boti: Antes de acostarnos, el quinto viajero pidió protagonismo, no se puede dormir con la tripa vacía sin haber cenado, le deja a uno triste por lo que tras no mucho caminar, un insistente turco, que resultó simpático nos ofreció mesa para seis y un plato de Kebab con varietés y agua por un módico precio de 3.500.000 millones de liras turcas cada uno! Una oferta así no se puede rechazar. Lo dicho, cenar a gusto y a la postre, al piltro!

No hay comentarios:

Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.