martes, 23 de julio de 2002

Bueno, Bonito y Barato”



Boti: Fui informado al día siguiente del pille de Dave, día que tampoco merece excesiva atención en este relato ya que tras una leve incursión en el Palacio de Topkapi, nos adentramos en el Bazar de Estambul a poner practica nuestra depurada técnica del regateo!

El resto del día lo dedicamos a los preparativos de nuestra siguiente etapa de este Tour! Esa noche cogimos por los pelos un ferry que nos llevó a Asía (siempre en Estambul) donde aguardaba a las 23:30 un tren dirección Ankara.

Durante el tiempo de espera, dimos con nuestro culo en un chiringuito de mala muerte en medio de coches y bocinazos al que prometimos volver en alguna vez si regresaba alguno de nosotros a Estambul.

Cenar, como no Kebab, y al tren, cojonudo por cierto: se durmió a gusto hasta llegar a Ankara.

Pujol: El Bazar, lugar no deseado por los comerciantes de buenas intenciones y de mala interpretación de la venta y de los sentimientos ajenos. Lugar donde los maleantes se hacían con las mercancías y el dinero de los pobres turistas. Lugar donde los famosos abundan haciendo sus compras con racanería, sin tener en cuenta su poder adquisitivo. Lugar donde el comerciante lugareño, te aconseja la compra de sus bienes con el bueno, bonito y barato… puede ser.

Sólo los que hemos hecho viaje sabemos como es el Bazar realmente, porque no voy a relatar como es realmente.

La cuestión es que el Bazar es un lugar de regateo. El 50% es el número límite en el que imponer tu precio al moro cabrón que con cara de desgraciado te hace entender que esta perdiendo dinero.

En los numerosos puestos de compra intentamos encontrar el precio más bajo y en algunos conseguimos nuestro propósito y en otros no. Pero algo curioso me sucedió en uno de los puestos. Mi intención era comprar una “joya” a mi novia. Le pregunté el precio y me dijo 110 millones de liras turcas. Mi precio limite era de 40 millones y así se lo hice entender. Después de un intenso tira y afloja y de la realización del paripé parte del turco, me dejó la pieza en ese precio pero con la obligación de volver a Estambul el año que viene y pagarle 35 millones más. ¿Estamos tontos? ¿Me tomó el pelo? ¿Lo decía en serio? (Comentar que nos compramos los cuatro unas camisetas rojas de Turquía).

En nuestro paseo por el Bazar nos encontramos con el único famoso del viaje. No, no fue Nihat. Nos encontramos con…..Malena Gracia. Debido a nuestra extrema dedicación al regateo no le hicimos ni caso. ¡Se lo merece!

Dave: Antes de coger el ferry nos despedimos en el hostal de las coleguitas alemanas, que se volvían hacía las Germanias. Nos hicieron buena compañía durante unos buenos días y todos (yo un poquito más) les cogimos mucho cariño. Auf wiedersehen!!


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Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.