martes, 16 de julio de 2002

“Si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar"

Furïs: Esta noche ha sido la peor. 1º por el incomodo lugar donde hemos tenido que dormir (como no, en el tren), 2º por el coñazo que ha dado el Peio (el picador) y el Guti (el de la aduana).

La visita a Venecia ha sido una visita relámpago. Últimamente, esto se ha convertido en lo habitual. Fuimos andando desde la estación de trenes hasta la plaza San Marcos, la cual estaba bastante lejos.

Como cosa curiosa, comentar que nos encontramos con dos del San Patricio.


Como había que pagar un suplemento para el tren Venecia – Brindisi, decidimos ir a Bolonia, y aprovechamos para hacer otra visita relámpago. Salimos de la estación y fuimos hacia la plaza mayor. Nos paramos en el camino para comer. Después de comer, vimos una peluquería y conseguimos que boti se rapase el pelo.
¡¡¡¡Prueba conseguida!!!!

La verdad es que fue un gran “shock” ver al nuevo boti, porque parecia el marciano jefe de la película “Mars Attack”, no te enfades, eh boti!! Que sigues siendo una bella persona (interiormente).

Llegamos a la plaza mayor, en donde había un montón de edificios culturales. No podíamos irnos de Bolonia sin probar Espaguetis a la Boloñesa, así que fuimos a cenar a un restaurante. El restaurante era bastante corriente, y la comida también, eso si, nos cobraron bastante.

El comentario que hay que hacer de Bolonia es que esta lleno de perlados.

Dave: Profundizaré un poco en los comentarios del Furïs. Ciertamente el viaje en tren desde Ljublijana hasta Venecia fue el peor hasta el momento. Ya bajamos del tren cansados, así que no acogimos Venecia con muy buenos ojos. Aun así, me gusto mucho, callejuelas y canales hasta llegar a la plaza de San Marcos y sus aledaños. Es realmente bonita de no ser por la cantidad ingente de turistas que pululaban por todos lados. Volvimos arrastrándonos como pudimos hasta la estación, y tras un breve viaje (2 horas) nos plantamos en Bolonia. Una ciudad bonita por lo poco que pudimos ver y que en la que tiene que haber mucha farra por los comentarios de nuestra Biblia. También es reseñable que es con diferencia el lugar con más perlis desde que salimos del hogar.
Por fin cumplí con la obligación de tomar unos auténticos espaguetis a la boloñesa, muuuyyy finos, pero también muy caros, y además, como los de mi mama… Forzando la maquina al tren y a seguir viaje hasta nuevo destino, aunque nos llevamos buen recuerdo de Bolonia, todos menos el Boti, que se deja unos cuantos kilos de pelo. Bueno, a cascarla.



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Yo te bautizo como Diario del Atípico Mochilero Europeo; diario del viaje de Interrail del que escribe, Borja Pujol y los que me acompañan, David Olavaria, Erik Martín y Iosu Uría, su orden no está dispuesto por su importancia ni por supuesto, por su altura.