
Dave: Amanecemos temprano en el albergue de Ljublijana habiendo descansado placidamente. El desayuno, a base de engrudo de corn-flakes y tostadas con Nocilla humedecida y con un néctar de frutas de color extraño, nos puso las pilas para una intensa jornada. Cometimos un pequeño hurto (botecillos de Nocilla para sobrevivir otro día) y nos dimos de baja en el albergue que tan amablemente nos cobijó. Maletones a la consigna y tren rumbo al lago de Bled. Tras una hora escasa, llegamos al paraje, francamente precioso, típico lago rodeado de pinos con isla con castillo incluido. Alquilamos un bote y el señor boticario y mi menda imprimimos una fuerza inusitada a la embarcación en vista de la ineptitud que poseen el Furïs y el Puck para esto del remo. Después de llegar a la isla y ver el castillo nos aderezamos un baño en gallunbos debido a nuestra necedad a la hora de escoger el contenido de nuestra maleta. Recomendación: si vais a ir
a un lago llevad un bañador.


Pujol: La toma de la gruta: El Pez Humano
En el subterráneo cárstico viven numerosos animales de las cuevas y especies de escarabajos, salmonetes, arañas, cangrejitos, ciempiés… El más conocido es el Pez Humano o en latín “Proteus Anquismis”. Amable invitación, Postojnska Soma.
Cosas raras han pasado en el viaje pero compartir espacios con el conocidísimo Pez Humano ha sido probablemente lo más impactante de lo recorrido hasta ahora.
Este suceso ocurrió en Posthoga, pueblo de 8.000 habitantes en el que posiblemente el turismo forma parte importantísima de sus ingresos. Gente poco amable lo pueblan, ya que algún gruñido tuvimos que oír ante nuestro asombro.

El interés de este pueblo reside en la existencia de un paisaje de origen calcáreo, es decir, de estalactitas y estalagmitas, donde habita el animal entre los animales: El Pez Humano.
La visita se realiza mediante un tren, lo que crea un bienestar general en el grupo. El mismo panfleto que nos informa de la existencia del Pez Humano nos advierte del frió extremo que hace en la gruta. Una temperatura constante de 8ºC que podía haber hecho estragos en la salud de pregonero, ya que no llevó su jersey consigo y a pesar de mi recomendación. Debido a la previsión de la organización pudimos alquilarle un disfraz, que le acercaba todavía más a la apariencia de Sam.
Desde allí nos fuimos un poco cansados a la statione para tener que esperar un tiempo representativo allí, por un pequeño problema en un super.
En el subterráneo cárstico viven numerosos animales de las cuevas y especies de escarabajos, salmonetes, arañas, cangrejitos, ciempiés… El más conocido es el Pez Humano o en latín “Proteus Anquismis”. Amable invitación, Postojnska Soma.
Cosas raras han pasado en el viaje pero compartir espacios con el conocidísimo Pez Humano ha sido probablemente lo más impactante de lo recorrido hasta ahora.
Este suceso ocurrió en Posthoga, pueblo de 8.000 habitantes en el que posiblemente el turismo forma parte importantísima de sus ingresos. Gente poco amable lo pueblan, ya que algún gruñido tuvimos que oír ante nuestro asombro.

El interés de este pueblo reside en la existencia de un paisaje de origen calcáreo, es decir, de estalactitas y estalagmitas, donde habita el animal entre los animales: El Pez Humano.
La visita se realiza mediante un tren, lo que crea un bienestar general en el grupo. El mismo panfleto que nos informa de la existencia del Pez Humano nos advierte del frió extremo que hace en la gruta. Una temperatura constante de 8ºC que podía haber hecho estragos en la salud de pregonero, ya que no llevó su jersey consigo y a pesar de mi recomendación. Debido a la previsión de la organización pudimos alquilarle un disfraz, que le acercaba todavía más a la apariencia de Sam.
Desde allí nos fuimos un poco cansados a la statione para tener que esperar un tiempo representativo allí, por un pequeño problema en un super.

Boti: ¡¡No tuto sin alegrias!! En estos momentos estamos sufriendo una de las peores agonías: tren a las 3:20 de la matina, ¡Que cojones! El único consuelo que me queda es que nos espera un vagón de tren de los más rústicos que apenas nos dejará conciliar el sueño.
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